Cada 18 de agosto, a las diez menos cuarto de la noche, la ciudad se sumerge mágicamente en un espesa neblina que se expande en el tiempo y la memoria …
Luisita estaba de pie delante de un ventanal. Los rizos de su pelo, casi tirabuzones, dorados como el oro viejo, se mecían sobre sus hombros. Tenía solo nueve años, y …