El 1 de noviembre de 1947, el padre de Andrés Sánchez Orozco, uno de los centinelas del polvorín siniestrado fallecido en la catástrofe, se dirige en una carta al comandante de la base, Miguel Ángel García-Agulló, solicitando las indemnizaciones que le correspondieran por la pérdida de su hijo.
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Esa carta la dirigió mi bisabuelo!! Que emoción ha resultado ver que ha quedado algo de mi tío abuelo que falleció ese día!!