Cinco meses después de haberse iniciado la investigación sobre la catástrofe de Cádiz y cuatro meses después de la inhibición de la justicia civil sobre la militar, la Brigada Político-Social de la Delegación de Asuntos indígenas con sede en Tetuán redacta esta nota informativa muy reservada sobre la actividad guerrillera detectada en Tetuán y sus conexiones con los grupos de acción de la Península y de Francia.
No se precisa a quién va dirigido el escrito, pero en él aparece escrita a mano una nota marginal que dice «a la atención particular», por lo que parece remitida exclusivamente al general Enrique Varela, alto Comisariado de España en Marruecos. Y de lo que podría ser del puño y letra del general aparecen manuscritas las palabras «catástrofe Cádiz».
El texto es muy interesante de cara a la «teoría de la conspiración», pero no es menos cierto que Varela no hizo llegar copia ninguna de este informe al juez instructor de la causa, por lo que el general habría descartado cualquier vinculación real con la catástrofe de Cádiz. Parece que Varela tenía claro que la tragedia gaditana sólo podía atribuirse a una estrepitosa negligencia de la Marina.
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