El 21 de octubre de 1947, dos meses después de la explosión, el ministro de Marina, Francisco Regalado, a través del almirante jefe de su Estado Mayor, dispone el traslado de las 491 minas que sobrevivieron a la explosión al Departamento Marítimo de Cartagena, para proceder a su reparación. Se ordenaba también que algunas de ellas se quedaran en el polígono González Hontoria, en Torregorda, para examinarlas e intentar deducir los efectos que la explosión pudo haber obrado sobre ellas.