Juan Deudero había salido a comprar la pieza de una radio a la casa Parodi y regresaba a su casa a bordo de un tranvía. Al producirse la explosión se paró el tranvío y continuó corriendo hasta el portal de su vivienda, que ya no existía. La finca de la calle Tolosa Latour era una auténtica escombrera, una montaña de polvo y de ruinas. Fuente: archivo particular de Antonio Según Pedrejón.